Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

viernes, 10 de enero de 2014

El Pozu Sotón se ha declarado Bien de Interés Cultural, como categoría de monumento. San Martín del Rey Aurelio (Asturias)

Resolución de 1 de febrero de 2013, de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, por la que se incoa expediente para la declaración como bien de interés cultural, con la categoría de monumento, del pozo Sotón, en el concejo de San Martín del Rey Aurelio.


DESCRIPCIÓN
En el anexo 1 se puede leer la descripción del bien, la cual os transcribo.

El pozo Sotón, promovido por la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera (SMDF) y construido entre 1917 y 1922, es una de las primeras unidades de extracción mediante pozo vertical de la minería de la hulla asturiana y la más antigua de las que se hallan en funcionamiento. En 1967, como el resto de la Sección de Minas de la SMDF, el Sotón se integró en la recién creada Hulleras del Norte S.A. (HUNOSA) en cuyas manos sigue hoy en día. El yacimiento sobre el que se sitúa el pozo Sotón venía siendo explotado desde, al menos, el siglo XIX mediante unas minas de montaña bien planificadas y plenamente integradas en una economía hullera de mercado de corte capitalista, adquiridas por la Duro a comienzos del siglo XX. La SMDF aprovechará las minas de montaña para desarrollar el pozo, pero evitando superposiciones entre un estadio y otro, lo que le permitió seguir beneficiando el yacimiento de montaña durante la fase de apertura del pozo vertical y plantear un nuevo espacio de producción amplio, funcional y sin condicionamientos anteriores que dificultasen el correcto desarrollo de la nueva unidad carbonera. La Duro planteará el Sotón no ya como un pozo minero sino como un área industrial carbonera de primer nivel donde se inscriben la propia instalación hullera, un nuevo gran lavadero de carbones con conexión a las líneas ferroviarias del Ferrocarril de Langreo (hoy FEVE) y del Norte (hoy RENFE), y una central termoeléctrica preexistente, de la propia compañía, que recibirá un impulso definitivo en este periodo. Todo este espacio industrial quedó conectado entre sí y con el resto del sistema industrial de la Duro en el valle del Nalón (pozos, talleres, sierras, fábrica metalúrgica…) a través de un ferrocarril propio compuesto y desarrollado por la suma de distintos ramales que atendían a las empresas integradas en la Gran Duro Felguera. Además, el pozo Sotón se planificaría de manera extraordinaria, siempre velando por mantener una plaza minera libre de restricciones para ser atendida por una amplia playa de vías. Para ello el Sotón nacerá con dos pozos verticales, uno principal o maestro y otro auxiliar, atendidos por sendos castilletes, y con unas dependencias para selección de carbones que envuelve los castilletes a media altura con acceso propio a las jaulas, creando en realidad una nueva planta por encima de la cota de exterior. Ello le permitía, y sigue permitiendo, no constreñir la plaza minera, organizar las labores de introducción de insumos y de personal, así como gestionar mejor la salida de los carbones, que eran seleccionados en este cobertizo o réter y que eran cargados directamente al ferrocarril a través de unas tolvas igualmente integradas en la estructura del castillete.

El pozo Sotón, y sus instalaciones asociadas, sería la gran empresa minera de la Duro, que mostrará su orgullo industrial al respecto en no pocas ocasiones, tanto en sus propias memorias de empresa, como en el hecho de que fue el lugar seleccionado para recibir sus visitas más ilustres (Príncipe de Asturias, Jefe del Directorio Militar…) que era un adecuado momento para mostrar su capacidad y modernidad. En este sentido el pozo Sotón estaba a la altura de las circunstancias: Había sido creado plenamente concebido para funcionar con fluido eléctrico, lo que le permitía incorporar la más moderna maquinaria para las labores de extracción y asumir el incremento de las labores de mecanización en arranque a través de los martillos neumáticos, que debían ser servidos por potentes compresores eléctricos. Para albergar estas potentes máquinas se construyeron edificios de una notable calidad que serían ampliados mediada la centuria respetando íntegramente su aspecto y materiales, lo que supone un valor añadido y es una muestra del valor del pozo para la SMDF. Destaca en este sentido la casa de máquinas, un edificio de grandes dimensiones nacido para albergar las máquinas de extracción y los compresores pero que, hasta la década de 1970, concentraría también las oficinas de la instalación. Además de la casa de máquinas, del periodo fundacional del pozo son las naves de la antigua lampistería y casa de aseo, hoy reconvertidas en almacenes generales y botiquín médico, así como el ventilador. El edificio del ventilador, situado extramuros del pozo, pero a escasos metros de las bocas de acceso al interior de la mina, es un inmueble excepcional por cuanto se aleja del proceder habitual de albergarlo en edificios menores y adopta un aspecto idéntico a la casa de máquinas. Tras la Guerra Civil, el desarrollo de la industria hullera en el contexto autárquico impone una ampliación de las instalaciones del pozo Sotón: Las naves de lampistería y casa de aseo duplicarán su número gracias a su carácter seriado, se construirá un edificio para albergar a los trabajadores jóvenes, conocido como colonia residencial, y la casa de máquinas se ampliará para albergar nuevos equipos de aire comprimido y máquinas de extracción más potentes y modernas. A partir de la década de 1970 la reestructuración del subsector hullero impone la concentración de la actividad en las unidades de explotación más centrales, cerrándose progresivamente las instalaciones periféricas, menos rentables y/o más costosas de desarrollar e integrar en red. El Sotón vuelve a adquirir entonces un papel central en el nuevo modelo y, de nuevo, debe crecer y renovarse. Los castilletes son remozados y reforzados, una máquina de extracción se moderniza con el sistema de polea Koepe y, además, nace el último gran edificio de la instalación: La nueva casa de aseo y lampistería. Diseñado por el arquitecto Félix Cienfuegos, el nuevo edificio es un modelo en cuanto a su capacidad de funcionamiento con grandes turnos de trabajadores, disminución de recorridos del personal, de dotación de servicios y de organización, solo comparable con el del cercano pozo Venturo, también de la Duro, diseñado por el arquitecto Fernández Castañón a fines de la década de 1950.

En cuanto a la maquinaria, el pozo Sotón mantiene en la actualidad las máquinas de extracción montadas a fines de la década de 1950, si bien una de ellas sufrió intervenciones para adoptar la polea Koepe en 1985. En cuanto a los compresores siguen funcionando en la instalación los siete montados durante las obras de modernización de 1954-1955, que están relacionados con las posibilidades de incorporación de tecnología que se abrieron con las líneas crediticias y los acuerdos hispanoamericanos de 1953. En la plaza minera, cuidada con jardines, espacios verdes y arbolado, se sitúan además diversas máquinas obsoletas integradas como reflejo de su evolución tecnológica y de sus raíces. Destacan la locomotora a vapor y modelos de locomotoras eléctricas diseñados y construidos por la Duro. Todo ello completa a la perfección la evolución y coherencia de un valioso pozo, cuidado y de impecable aspecto, apreciado por sus trabajadores y por la población, con un valioso Patrimonio Cultural y en el que, afortunadamente, las poleas de los castilletes siguen girando, marcando sus casi 100 años de existencia.



Noticia sobre la declaración

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